La visión y cultura socio-económica de los mercados emergentes juega un papel muy importante en la adopción del RFID como alternativa de evolución informática en las empresas.
Por Luis Angel González Villa
julio 25, 2016 -
A la par del surgimiento de distintas formas e ideas posibles de beneficiarse de una tecnología emergente en las operaciones cotidianas de alguna empresa de primer mundo, se generan un sin número de formatos de inversión que apuestan por emprender nuevas empresas que se puedan convertir en un nuevo éxito de la industria tecnológica mundial.
Estas inversiones, en muchas ocasiones, están simplemente basadas en una visión futurista o en una simple corazonada de un grupo de inversionistas y a veces, de algún solitario inversionista, quienes dedican ciertos fondos en modalidad de apuesta con la intención de ver el comportamiento y resultados que se puedan generar, en primera instancia, de invertir en esa tecnología.
Pero... ¿Qué es lo que ocurre cuando se trata de empresas nacionales de algún mercado emergente secundario? La respuesta es muy simple, ya que ocurre todo lo contrario a lo ya expuesto.
En un mercado emergente secundario, como lo es México, la cultura empresarial promedio no acostumbra presupuestar inversiones en tecnologías emergentes, digamos, innovación tecnológica. En general, esto se debe a que la misma economía empuja a las empresas hacia la otra dirección, la dirección de la reducción de costos, no en la ampliación de presupuestos. La filosofía suele ser en torno a "poder hacer más, con menos". Esto forma parte de una cultura empresarial en donde, por sus condiciones, se vuelve impensable el considerar invertir en alguna tecnología para descubrir los beneficios que traerá a la empresa.
Las áreas de sistemas de información en una PYME mexicana, tradicionalmente se encuentran conformadas, en el mejor de los casos, por un ingeniero en sistemas de información recien egresado (para que sea más barato). Este ingeniero se vuelve rápidamente en el todólogo de sistemas en la empresa, quién desempeñará funciones que van desde instalar el paquete de software de contabilidad o de control de inventarios, pasando por administrar la red, armar una página web del negocio, mantener los correos electrónicos de los empleados y actualizar el perfil de Facebook de la empresa, hasta verificar porqué no corre el Candy Crush en el teléfono inteligente de la esposa del dueño de la empresa. Es claro que, si la empresa tiende a ser más grande, se le podrán contratar asistentes al gerente de sistemas quienes irán adueñándose gradualmente de alguna especialidad dentro de la organización.
Obviamente si nos referimos a una PYME con mayor antigüedad, este proceso lo habrán vivido hace años junto con la incorporación de los sistemas de información a sus operaciones, de tal forma que hoy ya encontramos áreas de sistemas de información mucho más maduras y estructuradas. Sin embargo, para la gran mayoría de las PYMEs, su área de sistemas representa un gasto y no una inversión, de ahí que cada peso presupuestado para esta área, carece de un retorno sobre la inversión determinado.