Los proveedores y los inspectores del organismo están usando etiquetas RFID UHF, así como lectores portátiles y un servidor alojado en la nube, para identificar cuándo se fabrican e inspeccionan los materiales de construcción.
Por Claire Swedberg
octubre 28, 2014 -
El Departamento de Transporte de Carolina del Norte (NCDOT, por sus siglas en inglés) está impulsando la implementación de la tecnología de radiofrecuencia para poder realizar sus propias pruebas de laboratorio de las muestras en las obras en construcción, así como las inspecciones de los materiales de hormigón premoldeado en las instalaciones de los proveedores, con el fin de tomar esa información y administrarla en forma electrónica. Esa solución, suministrada por International Coding Technologies (ICT), permite al organismo administrar mejor de dónde provienen los materiales utilizados en los proyectos de construcción de infraestructura, qué inspecciones se realizaron y los resultados que se obtuvieron. Hasta la fecha, dos proveedores se han comprometido a usar la tecnología y a compartir los datos relacionados con las lecturas de RFID de sus materiales de hormigón premoldeado etiquetados: Cherry Precast y Concrete Pipe & Precast. Ellos también podrán obtener visibilidad en sus procesos de gestión de inventario y de inspección.
Por lo general, los objetos de hormigón premoldeado (una compuerta o un panel de reducción de ruidos) son fabricados por los proveedores y revisados por los inspectores de NCDOT antes de ser vendidos y transportados al Departamento de Transporte de Carolina del Norte para su uso en carreteras y otros proyectos. Para ayudar a este organismo del estado a hacer un seguimiento de los productos, un proveedor grababa su identificador único en cada producto, a fin de indicar la fecha de fabricación, y un inspector agregaba un número único adicional para indicar el lugar de ese producto en la secuencia de producción de todos los objetos fabricados en ese lote. Los números de identificación grabados también debían ingresarse en un sistema electrónico que residía en la base de datos de NCDOT.
En 1998, NCDOT había lanzado el Sistema de construcción y gestión de carreteras (HiCAMS, por sus siglas en inglés), un sistema en línea para supervisar los materiales fabricados y vendidos al organismo, junto con las inspecciones relacionadas con ellos. Mediante una contraseña, los proveedores podían acceder al sitio web de HiCAMS, gestionado por el organismo del estado, lo que les permitía ver los datos sobre los proyectos, los pedidos y los productos entregados. Sin embargo, toda esta información debía ingresarse manualmente en el sistema.
NCDOT comenzó a buscar una manera automatizada de ingresar los datos en el sistema HiCAMS y pensó en usar etiquetas con códigos de barras en algunos materiales, para hacer el seguimiento de las pruebas de cada artículo en particular que se entregaba al organismo. Sin embargo, en esa época, los códigos de barras no se consideraban una opción viable, debido al costo de ese sistema y a la necesidad de contar con personal para llevar los escáneres de códigos de barras. Asimismo, las etiquetas con códigos de barras no podían soportar las condiciones del premoldeado, lo que significaba que solo podían colocarse después de que el hormigón tomara forma, y, para peor, podían salirse o quitarse después de eso.